La armadura no es un elemento de retención: un muro con mucha armadura, si no está suficientemente sujeto a la estructura, se puede caer con la armadura incluida; eso sí, se caerá entero, pero se caerá. La armadura por sí sola no da estabilidad al muro; su misión es proporcionar ductilidad y, por tanto, disminuir considerablemente el riesgo de fisuración. Para poder encomendar una misión esté sujeto a los pilares de la estructura con anclajes.